Manuel Seral Coca

Hay algunos que viven con la tonta ilusión de que la Era de Acuario va a venir con la solución de todos los problemas del hombre y significará su salvación, cuando las eras no salvan nada, sólo traen corrientes; son los hombres los que cabalgan o no la era.

Acuario está ligado al individuo (en detrimento de la familia), al conocimiento, a la filosofía, a las nuevas tecnologías, pero cuidado, porque revisionando la era de Piscis que se supone que era la del amor, vemos que no trajo la salvación de nada. Estos últimos dos mil años no han sido precisamente gratos. El cristianismo, que nació con Piscis, al cabo de cuatro siglos fue manipulado, pervertido, transformado y adaptado. A partir de Constantino se pasó de morir por Cristo a matar por Cristo; una religión de amor pasó a ser una religión de represión, de control, de inquisición, de ocultación de verdades, de eliminación de obstáculos…

Guénon plantea que igual que existe la iniciación existe también la contra-iniciación, las cuales han coexistido siempre y si examinamos un poco la Historia, observamos que la contra-iniciación siempre ha ganado.

La función de la contra-iniciación es tomar un conocimiento que puede ser puro en origen y pervertirlo cambiando los matices, comercializándolo, haciéndolo más social, consiguiendo así convertir lo que pudo haber sido un camino de evolución espiritual, en lo de siempre: control, manipulación, mantener la hipnosis y aborregamiento colectivo, intereses, conflictos, guerras, matanzas…

En esta época en las que estamos, acceder al conocimiento, y digo al conocimiento y no a la información, no es algo tan sencillo. Se podría hacer perfectamente un paralelismo con lo que mencionaba Guénon. Existen personas hoy que están trabajando para corromper lo que ha de ser Acuario y convertirlo en lo que ellos quieren que sea.

La contra-iniciación juega de tal manera que resulta muy convincente, por supuesto nunca te vende la contra-iniciación, siempre te vende la nueva consciencia, la nueva espiritualidad, el amor, la armonía universal, etc y aparentemente con muy sólidos argumentos… a veces separar el grano de la paja es muy difícil, consiste en desarrollar algo que no te enseñan a tener en los grupos actuales y es el criterio, te enseñan a tener fe, no criterio. La fe es para las ovejas, por una razón sencilla, no puedes esperar que las ovejas desarrollen consciencia, ni quieren ni les interesa ni les importa y hacen falta unas reglas de comportamiento para que esto no sea un infierno, y ahí surge la fe, la conciencia (sin "s") como moral; ya que tú conscientemente no puedes llegar hasta ahí pues al menos hay una norma, sea humana o divina.

Para un ser consciente esto ya no tiene sentido.

Nadie os puede conferir una iniciación, iniciar a alguien no lo puede hacer nadie. Hoy por hoy la iniciación ritual no es más que una ceremonia simbólica formal equiparable a la entrega de diplomas de la Universidad, en la que no te aprueban por el hecho de darte el diploma, sino por haber aprobado el examen. En todo caso, ¿si no fueras a la ceremonia significaría que no estás aprobado? Uno puede ir de iniciado pero eso no quiere decir que lo sea. Los iniciados se reconocen entre sí, puedes reconocer aquel que está por debajo o a tu nivel porque has pasado por eso, y si es un payaso y un fantasma lo reconoces también.

La verdadera iniciación no es ni más ni menos que adquirir el nivel o estado de consciencia que corresponde a una de las esferas del Árbol, te hayan puesto la toga, el birrete y el título con el nombre dorado o no.